Welcome to Fabulous Las Vegas

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lunes, 27 de junio de 2011

Bye, bye Miss American Pie

Comencé a sentir un delicado sentimiento que recorría con exquisita dulzura todos los recovecos de mi cuerpo.
Me hacía sentir vacío, un vacío difícil de rellenar.
Era medianoche y ya no había nadie en las calles, la ciudad se silenciaba poco a poco. Los pájaros ya no piaban, las nubes se entrelazaban en lo que parecía una sublime tormenta de verano.
Corría el aire, pero aún así, el calor era latente y sudoroso.
No me sentía bien, pues aquel había sido lo que se dice "un buen año".
Y llegó el momento de la despedida. Mi más dura coraza desapareció para dar paso a aquel vacío en mi interior, que se llenó repentinamente de amor y cariño.
No me arrepentía, las cosas seguirían, tal vez, del mismo modo que de costumbre.
Tenía miedo, si. Tenía miedo de que todo se derrumbase, de que cayese en un agujero de negro de promesas incumplidas, de que todo se desmoronara con tan solo un susurro.
Pero solo me quedaba la esperanza de que, en años venideros, seguiríamos en contacto.

Adiós, calles con cierto olor a mojado. Adiós, brisa casi marina. Adiós, arboladas verdes. Adiós, burguesa vida.
Eso si, y por favor, echadme de menos

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