Welcome to Fabulous Las Vegas

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sábado, 12 de noviembre de 2011

Una pasión un tanto ovalada

Era un nuevo lugar, uno donde empezar de cero. Era bien sabido que no era un espacio realmente deseado, aunque no por ello dejase de ser acogedor. Verdaderamente se sentía en consonancia consigo mismo.
Parecía como si todos aquellos astros que antaño admiraba desde la superficie verdosa del césped de su patio se hubiesen alineado en perfecta armonía y que, de una forma intrínseca, le observasen transmitiéndole la más serena plenitud.
Todo el mundo allí vestía de blanco, el color más puro según él, quizás porque pensaba que ese sería el color de la desconocida alma o quizás simplemente le gustaba el color de la luna.
Ya no tenía hambre, ni sueño, ni ninguna de las necesidades que en algún tiempo anterior había experimentado.
Pero si sentía como algo en su interior, difuso y un tanto confuso, palpitaba con fuerza innata.
Seguía caminando todavía por el largo pasillo de nevados cromáticos.
Empezaba ya a vislumbrar una pequeña salida por la que centelleaba una tenue y cálida luz dorada. El palpito anterior sentido, experimento un aumento de frecuencia y, para cuando ya había llegado, se detuvo, rápida y determinantemente.

Maybe we could reach a better solution for both of us